Más cercana a la escultura que a la arquitectura típica, el deconstructivismo o formalismo radical, es un movimiento que ganó atención a finales de los años 80´s cuando se llevó a cabo la exposición de arquitectura del Museo de Arte Moderno (MoMA) en Nueva York, con muestras de trabajos realizados por arquitectos como Frank Gehry, Peter Eisenman y Daniel Libeskind, entre otros, mostrando una completa separación de lo antes visto, una libertad que sólo los avances tecnológicos tanto en el área del diseño y programas de gráficos, como de las estructuras y materiales es capaz de permitir, creando una arquitectura visualmente impactante.

Muchas de las primeras obras deconstructivistas, parecen haber sido concebidas con la ayuda de una computadora, pero en realidad no fue así. Estos artistas de la arquitectura son conocidos por realizar durante el proceso de diseño muchos bocetos y maquetas físicas. En la actualidad el modelado tridimensional y las animaciones ayudan en la concepción de espacios complejos, mientras que la capacidad de enlazar modelos computarizados con la fabricación asistida y el uso de programas especializados de aeronáutica, han facilitado mucho el diseño de formas complejas.

Aunque no lo parezca, el deconstructivismo no es considerado un estilo en sí, ya que no sigue reglas ni adquiere una estética específica. Es, por así decirlo, la liberación de infinitas posibilidades de jugar con las formas y los volúmenes, desafiando la geometría básica. Lamentablemente, tanta libertad en ocasiones termina en proyectos que no pueden ser construidos por su complejidad y altos costos en la ejecución.

A nivel internacional ejemplos de este movimiento son los proyectos del despacho de Zaha Hadid, presentando edificios escultóricos que han ganado infinidad de premios mientras en México exponentes como el estudio Creato del arquitecto Javier Cuevas, incursionan en el mercado, definiendo sus trabajos como la reinversión del lenguaje visual con una estética única. Ambos despachos se han convertido en marca distintiva y en sello particular de los profesionales que los conforman.

Podemos resumir, entonces, que el deconstructivismo es el movimiento donde las formas han dado un nuevo orden dentro del caos. Podemos agradecer a estos arquitectos que liberaron al mundo de los ángulos rectos y de la arquitectura monótona.