La responsabilidad del saber hacer
Por: Ing. Ricardo Reyes
Generacionalmente hemos visto y, ahora más que nunca, podemos confirmar que la generación que nos toca liderar en estos momentos es una de las mas complejas, retóricas y, porque no decirlo, hasta ofensivas que nos ha tocado lidiar en los últimos años, y es que, la generación millennial es una generación de inmediatez, de poco entendimiento, de bajo intelecto e inteligencia adquirida. Es una generación que merece todo por el simple hecho de nacer en una sociedad digital, y es que los ciudadanos de estas edades no tienen la culpa por responsabilizar a sus dispositivos por la respuesta profesional para la que fueron contratados, la responsabilidad la tenemos los empresarios por permitir tal dependencia.
Si bien es cierto para “HACER” hay que “¡SABER” y para saber se requiere experiencia, ¡que dilema! ¿Y esa aplicación donde se descarga? Aquí radica el problema, la formación no solo es académica, también existe formación adquirida práctica y con esto me refiero a la necesidad de ejercer en el pleno la actividad para la cual fuimos formados y con ello adquirir de poco a poco experiencia operativa. Esto a su vez se convierte en personas responsables del saber hacer y profesionales capaces más allá de saber mandar a “IMPRIMIR” en la oficina.
Siendo Director de empresas que requieren talento humano técnico, me es muy triste ver como llegan las avalanchas de curriculums cada vez mejor diseñados pero llenos de humo, y digo humo porque sus herramientas son eso, herramientas adquiridas por Facebook, Instagram o en el mejor de los casos con algún COACH como el ¨Master Muñoz¨ y es que no tiene nada de malo hacer uso de la tecnología, pero es deprimente ver cada vez más jóvenes carentes de liderazgo, toma de decisiones, de empuje y experiencia. La profesionalización se ha convertido en algo aburrido que cuesta y que toma tiempo, esas variables no están dentro de la ecuación de esta generación.
Tomemos conciencia de que cada vez somos más, como en la naturaleza, la humanidad hará su selección natural, misma que será dura, honesta y elegirá como en la selva al más apto, profesionales preparados que no sean de cristal. Recordemos que la ley de la oferta y la demanda regulará el valor real de los servicios profesionales prestados, y en un mundo competitivo y lleno de emprendimientos basura, las únicas opciones que quedarán será ser chofer de alguna plataforma de transporte o repartidor de alimentos o bien el camino de los campeones: demostrar con sudor y sangre que eres el mejor, aquel responsable de sus acciones que marcará el destino de una empresa o algún proyecto. Pero para esto… para esto… sólo existe uno oportunidad por cada 12,000 profesionistas, ¿nuestros jóvenes están preparados?
Generacionalmente hemos visto y, ahora más que nunca, podemos confirmar que la generación que nos toca liderar en estos momentos es una de las mas complejas, retóricas y, porque no decirlo, hasta ofensivas que nos ha tocado lidiar en los últimos años, y es que, la generación millennial es una generación de inmediatez, de poco entendimiento, de bajo intelecto e inteligencia adquirida. Es una generación que merece todo por el simple hecho de nacer en una sociedad digital, y es que los ciudadanos de estas edades no tienen la culpa por responsabilizar a sus dispositivos por la respuesta profesional para la que fueron contratados, la responsabilidad la tenemos los empresarios por permitir tal dependencia.
Si bien es cierto para “HACER” hay que “¡SABER” y para saber se requiere experiencia, ¡que dilema! ¿Y esa aplicación donde se descarga? Aquí radica el problema, la formación no solo es académica, también existe formación adquirida práctica y con esto me refiero a la necesidad de ejercer en el pleno la actividad para la cual fuimos formados y con ello adquirir de poco a poco experiencia operativa. Esto a su vez se convierte en personas responsables del saber hacer y profesionales capaces más allá de saber mandar a “IMPRIMIR” en la oficina.
Siendo Director de empresas que requieren talento humano técnico, me es muy triste ver como llegan las avalanchas de curriculums cada vez mejor diseñados pero llenos de humo, y digo humo porque sus herramientas son eso, herramientas adquiridas por Facebook, Instagram o en el mejor de los casos con algún COACH como el ¨Master Muñoz¨ y es que no tiene nada de malo hacer uso de la tecnología, pero es deprimente ver cada vez más jóvenes carentes de liderazgo, toma de decisiones, de empuje y experiencia. La profesionalización se ha convertido en algo aburrido que cuesta y que toma tiempo, esas variables no están dentro de la ecuación de esta generación.
Tomemos conciencia de que cada vez somos más, como en la naturaleza, la humanidad hará su selección natural, misma que será dura, honesta y elegirá como en la selva al más apto, profesionales preparados que no sean de cristal. Recordemos que la ley de la oferta y la demanda regulará el valor real de los servicios profesionales prestados, y en un mundo competitivo y lleno de emprendimientos basura, las únicas opciones que quedarán será ser chofer de alguna plataforma de transporte o repartidor de alimentos o bien el camino de los campeones: demostrar con sudor y sangre que eres el mejor, aquel responsable de sus acciones que marcará el destino de una empresa o algún proyecto. Pero para esto… para esto… sólo existe uno oportunidad por cada 12,000 profesionistas, ¿nuestros jóvenes están preparados?
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