Los asentamientos humanos, generadores de ciudades y urbes de menor o mayor tamaño, se clasifican en asentamientos rurales y urbanos; los primeros dedicados principalmente a actividades agropecuarias, surgen como consecuencia del crecimiento de familias, y los segundos se desarrollan a partir de los primeros, siendo los asentamientos urbanos, consecuencia de los asentamientos rurales. Lo que distingue a uno de otro, es principalmente la actividad económica predominante en cada asentamiento.

Por otro lado, el medio físico natural, se conforma del clima, suelo, agua, topografía, vegetación y fauna endémica y son elementos que deben ser considerados en la planeación de un proyecto arquitectónico y urbano, entonces, como lograr la interacción de la estructura urbana y el medio físico natural sin afectaciones a los elementos de la estructura y al medio físico natural. La respuesta está en el “Urbanismo Bioclimático”.

El Urbanismo Bioclimático se divide en pasivo y activo, el pasivo contempla sistemas sin el uso de energía para mejorar las condiciones de accesibilidad de las estructuras urbanas en cuanto a las actividades de la población, los espacios adaptados a la infraestructura y las comunicaciones urbanas de las sociedades; un ejemplo de esto son los parasoles o pérgolas para evitar la iluminación y radiación solar dañina; los árboles y follaje para el mejoramiento del microclima local, la humedad ambiental y el control de los fuertes vientos dominantes así como el trazo de la malla urbana con orientaciones amigables que mejoren las condiciones de transporte y con ello eviten aglomeraciones vehiculares que se traducen en emisiones de gases contaminantes para la población. Otro ejemplo de Urbanismo Bioclimático pasivo, son los diseños en cubiertas de elementos de servicios urbanos que capten agua pluvial para la recuperen de los niveles friáticos existentes.

El Urbanismo Bioclimático activo, es aquel que por medio del uso de la energía natural o creada, facilita las condiciones de habitabilidad del ser humano en las estructuras urbanas como por ejemplo: los paneles solares para la alimentación de la red de iluminación de calles y andadores, así como semáforos para el control del paso en los diferentes tipos de cruceros en vialidades, también podemos mencionar los destelladores de piso en vialidades y carreteras que se alimentan de la energía solar para indicar por medio de luces intermitentes la línea imaginaria del límite del espacio de la vialidad vehicular y ambos sistemas son amigables con el medio ambiente.

Pero ¿cuál será el objetivo del Urbanismo Bioclimático?

Definitivamente lograr ciudades bellas y mejorar la calidad de vida del ser humano.

Por lo anterior hay que promover un ordenamiento territorial adecuado, la traza de mallas urbanas bien planeadas, la ejecución cabal de normas y reglamentos referentes al Urbanismo Bioclimático, la implementación de sistemas pasivos y activos y, sobre todo, crear conciencia en la sociedad del hábitat urbano en el ahorro de energías y tendencias bioclimáticas que contribuyan al objetivo antes mencionado.