Lugares idílicos que los fanáticos del golf deseamos visitar cada fin de semana… los campos de golf, sus vistas, sus amenidades, su ubicación, complejidad y eso que hace a cada uno de ellos especial. Puede estar en la montaña, en la playa, en el desierto o arroyo, todos son únicos, los amas y los odias, no puedes dejar de admirarlos. Pero ¿Cómo funciona un ecosistema tan complejo y perfecto?

Se trata de un enmarañado y delicado sistema que funciona de manera coordinada para que siempre los fairways estén en óptimas condiciones de juego. Y, más allá de los procesos de mantenimiento y conservación, la infraestructura con la que está planeado, cada campo es fundamental para su operación. Aquí radica la diferencia de los diseñadores, desarrolladores, ingenieros y arquitectos que planearon dicho campo. Desde el punto de vista del usuario, un campo de golf siempre transmite tranquilidad, serenidad y silencio, y muy raras veces, solo cuando eres el primer tee time de la mañana, puedes observar el último rocío del agua de riego; más allá de eso, es todo lo que se observa.

El tema hidráulico es fundamental ya que tendrá mucho que ver en la vida del campo. El agua de uso puede ser dulce, salina, de pozo, tratada o de ríos; debe de calcularse el consumo y cada vez más la parte sustentable de aprovechamiento. La red de tuberías, bombeo, riego y almacenaje de agua para un campo de 70 hectáreas representa kilómetros de tuberías que recorren el subsuelo.

Por otro lado, la topografía en el diseño del campo es esencial para el curso del agua en caso de lluvia o tormentas, a fin de canalizar los arroyos o almacenar en lagos o lagunas, cuyo drenaje puede ser superficial o entubado. La energía eléctrica también es importante para el bombeo de los miles de litros de agua que se mueven todos los días. Las redes hidráulicas de los campos alimentan cuartos de máquinas, plantas de tratamiento, sistemas de bombeo, amenidades y edificios. La energía en media tensión subterránea es importantísima en cualquier campo, por lo que se vuelve una súper carretera bajo tierra de energía.

Por otro lado, el tema de los caminamientos cuya infraestructura busca respetar la topografía, orografía y naturaleza de la zona. Aunque no lo crean, por más naturales que se vean los campos, sufren de cortes y compensación de los valles y montañas para poder hacer caminos suaves y lógicos para los carros de golf y los vehículos residenciales, así como la maquinaria que diario genera el mantenimiento; son kilómetros de vías de comunicación que se requieren para conectar a los golfistas. Ya sea que el campo esté en la ciudad o en una zona alejada, requiere de un intrincado sistema de infraestructura, ingeniería y arquitectura de la más alta calidad para poder disfrutar del primer drive de la mañana.

Ahora, cuando estemos en el momento de la salida, tomemos un tiempo e imaginemos todo lo que sucede bajo nuestros pies: la infraestructura.