A lo largo de la historia del Golf y en todas las épocas golfistas aficionados y profesionales siempre han buscado un objetivo: mejorar su juego. Sin duda este logro puede venir por práctica con incansables horas de entrenamiento, pero en algún momento el golfista siempre voltea a ver la opción de mejorar teniendo un equipamiento superior principalmente en bastones o pelotas. A través del tiempo, ambos han evolucionado de manera importante, siempre alrededor de tres ejes que determinan el rendimiento: Materiales, proceso e ingeniería. Con el objeto de resumir la evolución del equipo de golf me he permitido dividir dicha evolución en tres periodos, tocando los puntos básicos de cada uno.

INICIOS

Desde los primeros años los bastones de golf fueron fabricados con madera y con fierro. Un set de palos contenía más maderas que fierros ya que el proceso de construcción de las maderas era un poco más accesible. Los palos que tenían cabeza de fierro se utilizaban más para recuperar la pelota de lugares inhóspitos con la meta de no lastimar las cabezas de los palos de madera. Estos diseños del siglo XVII tenían cuellos muy largos y las cabezas solían medir alrededor de 15 a 16 centímetros, lo que los hacía muy pesados, más aún cuando éstos tenían la cabeza de fierro. En cuanto a la pelota, estaba armada con pedazos de piel cocidos uno al otro, rellenas de plumas mojadas que al secarse se expandían y lograban endurecer la constitución de la “pelota” que nunca podía ser completamente redonda. Así los bastones siguieron evolucionando lentamente hasta que al fin se pudieron incorporar nuevos materiales.

LA INTRODUCCIÓN DEL ACERO Y DEL GRAFITO

No fue sino hasta los años 1940 y 1950 que llegó la varilla de acero a los palos de golf. Con ello hubo cambios importantes en el juego. La técnica de swings largos y rítmicos evolucionó a un juego más de poder y se logró mayor consistencia. La pelota también cambió. Para estos años, la pelota utilizada estaba fabricada de hule balata, un material que ofrecía excelente control y spin para los golfistas. También, en estos años, la compañía Dupont introdujo el Surlyn a la industria, que ofrecía mayor durabilidad y más distancia, con la desventaja de perder spin y control. Fue también en la década de 1960 que con gran escepticismo se introdujo la varilla de grafito, que ofrecía menor peso, mayor flexibilidad y menor vibración que las varillas de acero tradicionales.

EL PRESENTE

Hoy en día los bastones son fabricados con acero y grafito (ampliamente mejorados), así como titanio, fibra de carbón y múltiples aleaciones de metal, que permiten diseños muy avanzados; todo ello para optimizar el rendimiento de los palos. En general las cabezas de las maderas (de Metal y multi materiales) han crecido en tamaño hasta el máximo permitido por las reglas 460 c.c. con un peso total para un driver que puede rondar desde 280 gramos hasta 340 gramos.

Por otra parte, la pelota ha evolucionado de una manera muy importante ya que ahora hay más peso distribuido hacia la cubierta de la pelota, y esto hace que gire más lentamente, reduciendo el spin y por ende aumentando enormemente la distancia que ésta puede viajar. La manera más fácil de explicar este concepto se puede identificar cuando un patinador está en el hielo y gira alrededor de su eje rápidamente al poner ambos brazos sobre su pecho, y la rotación disminuye drásticamente cuando extiende sus brazos y hay más masa lejos del eje. De tal manera que la evolución continúa día a día con mejores programas de computadora para diseñar bastones, programas que analizan y simulan la transferencia de energía, los sonidos y los puntos de stress que pueden existir en la construcción de un palo. Con mejores desarrollos de materiales, construcción de nano tejidos de fibra de carbón más ligeros y consistentes y con mejores procesos para unir varios materiales se busca lograr siempre el mismo objetivo para el golfista: mejorar su juego.