Los temas seleccionados por el Consejo Editorial de Land and Building.
Editorial
Colaborando y copiando, tal vez sea la respuesta a esta crisis de la humanidad.
En época de crisis es cuando requerimos de un esfuerzo extra de creatividad y planeación. Ésta que estamos pasando no es la excepción. Al pasar los años, viviendo en Los Cabos nos han tocado vivir situaciones de distintos tipos. Como empresarios de la construcción hemos visto crisis económicas, caídas de bolsas mundiales, eventos naturales como Odile, ciclos de bonanza y escasez que en 25 años de estar establecidos nos marcan para bien o mal en un lugar como éste.
La más reciente que estamos viviendo parece ser la conjunción de todas, muy especialmente porque surgió de un evento totalmente inesperado. Se habla de todo tipo de teorías para tratar de entender qué es lo que pasa y a ciencia cierta nunca lo sabremos. Si nos vamos a los hechos, hasta hace unos meses estábamos o tratábamos de estar preparados con lo que aprendimos a lo largo de los años y ahora más que nunca debemos de sacar lo mejor de nuestra experiencia y entender que no hay salida fácil, pero sobre todo entender que no podemos pretender que sea un episodio más que pasará y que a la vuelta de unos días o meses todo volverá a la “normalidad”, pues ésta es la que nos ha llevado a la realidad que hoy vivimos.
En un lugar como Los Cabos, donde de muchas formas estamos en constante contacto con la naturaleza y sus manifestaciones, hemos aprendido que somos parte de un entorno donde todo está conectado, debemos pasar de ser una sociedad que opera de manera independiente, donde cada uno ve por y para sí mismo, a reaprender a vivir en comunidad de manera colaborativa. Si algo ha dejado esta experiencia que puede cambiar todo esto, es tener conciencia de que cada parte de la sociedad está totalmente conectada y depende de otra en una cadena interminable. En lo que hacemos, cuando construyes cada parte de un proyecto, depende del trabajo de una anterior, así como de la que sigue, para lograr finalmente el objetivo que lleva a una gran cantidad de gente a trabajar y tener bienestar. No se puede separar esto del lugar donde estamos y de cuidar el lugar que nos ha dado tanto.
Cada ecosistema de la naturaleza es una muestra de cómo debemos de integrarnos en nuestras actividades cotidianas. El objetivo final debería ser lograr sociedades donde todos colaboren con todos, como personas y con el lugar donde nos desarrollemos. De otra forma solo conseguiremos tener exactamente el mismo resultado que nos está tocando vivir.
Aquí entre la creatividad y la planeación con un enfoque totalmente diferente, donde cada parte colabora y cuida a la otra, como lo entiendo, es copiando. En el mar, en el desierto, así como en un bosque o cualquier entorno natural, todos los elementos que lo componen trabajan sin estorbarse, cada uno sostiene al otro y así sin la intervención de nadie se logra un equilibrio perfecto que se autogenera y conserva.
Es hora de repensarnos, cada uno en su área de influencia para hacer el mejor esfuerzo de imitar lo que nos fue dado en préstamo. Un lugar inigualable que hay que preservar para los que vienen después.
Es un gran momento para arrancar de nuevo con el enfoque que diario vemos en el lugar donde estamos… pero no entendemos. Hay que poner atención a lo que funciona solo, no hay que buscarle tres pies al gato cuando tenemos ejemplos claros de cómo una estructura natural trabaja perfectamente y se mantiene sola. Llego la hora de “copiar”. Escríbenos a [email protected] y con gusto te atenderemos.
Los dos bandos, la situación actual del país.
Estamos re incorporándonos poco a poco y como podemos a nuestras actividades. Por ahora es un proceso lento, muy lento, pareciera que estamos entrando a un cuarto obscuro y todos vamos medio a ciegas caminando para avanzar algo, lo que sea, pero avanzar.
En estas semanas, ya de por sí complicadas, es muy cansado leer y escuchar un país de dos bandos. Como si no tuviéramos suficiente con la pandemia, tenemos que escuchar día y noche números y datos que ya de repetitivos pierden eficacia y, que solo generan más incertidumbre. Adicional hay que agregar una letanía por demás inútil de los adoradores y los críticos del gobierno; ni siquiera del gobierno, del presidente.
¿Qué no sería mucho mejor ponernos a trabajar y enfocarnos en una recuperación muy complicada que viene de eventos inéditos? No sé si a alguien le importe que quien quiera perder su tiempo haciendo colas en carros para pitar y gritar a todo pulmón que tenemos el peor presidente lo haga, pero sin molestarse y sin molestar a los demás. Exactamente igual para quien no quiere ver la realidad y solo aplaude lo que a vista de muchos no tiene por qué festejarse, como son muchas de las noticias mañaneras, pleitos sin sentido contra adversarios que deben de estar más ocupados tratando de salir de esta.
De repente somos un país, un estado, un municipio que está demasiado disperso y ocupado en pleitos, que no tienen solución rápida, en problemas de años cuando tenemos en nuestras casa y trabajos problemas urgentes que resolver en el día a día. Está bien estar enterados de lo que pasa, pero no hay que caer en el juego de comprar problemas que deben de resolver otros, no digo que no participemos y exijamos, no digo que no opinemos, digo que hay que poner manos a la obra y por ejemplo apoyar a la gente de las marinas de todo el estado que lo único que quiere es trabajar. Ya hicieron todo lo que les solicito el gobierno y no pueden abrir sus negocios. Digo que mejor tratemos de consumir localmente en tiendas, restaurantes, comercios para entre nosotros ayudar a resolver la falta de dinero y empleo que, de seguir así, nos va a afectar en seguridad directamente aquí, en nuestras calles y ciudades.
Podemos usar nuestra cabeza en tratar de crear cadenas de trabajo y empleos locales, ver qué hace el vecino, consumirle y ofrecerle lo que hacemos nosotros. Se supone que votamos y elegimos quién nos represente para resolver los grandes problemas nacionales, para eso están y son nuestros empleados, no hay discusión, se les debe de observar y exigir, pero ahora hay que poner mucho foco en nuestra comunidad. Nadie va a venir a resolver la situación de toda la gente, debemos de dejar de pensar como en la colonia que nuestro Tlatoani-emperador va a resolver o es culpable de todo. Nuestros tiempos exigen interacción y participación de todos, son nuevos retos y hay que dar nuevas soluciones.
Hoy nos tenemos que hacer uno.
A partir de junio, ya podemos volver a nuestras actividades en el ámbito de la construcción, aquí, en Baja California Sur. Después de más de 60 días totalmente parados y pasando ya toda la letanía de trámites, cartas, cursos en línea, cartas de compromiso y un largo etc., estamos listos para más o menos retomar la forma de vida que teníamos.
Se habla en todos lados de la “nueva realidad”, quisiera que alguien me explique que es. A parte de trabajar con media cara cubierta, lavarse las manos todo el día y mantener la sana distancia, yo veo que todo sigue igual. Dejamos descansar al planeta unos meses, pero en contra parte ya hicimos que regresará el plástico con más fuerza. Bienvenidos de nuevo los popotes y todo tipo de envolturas, ahora en el mar, lo que más hay son tapabocas. La “nueva realidad” no está pasando por un cambio de hábitos o por cambios de paradigmas que es precisamente lo que puede generar una mejor realidad.
Los negocios y la economía quedaron muy mal, nadie lo puede negar pero, ¿ahora hay que reinventarse para salir a hacer exactamente lo mismo?. El gobierno omiso a esta crisis voltea a otro lado, nos deja la responsabilidad de nuevo de salvar la situación y se niega a ayudar a los empresarios y, aclaro, estoy totalmente de acuerdo en que se exija el pago de impuestos a las grandes empresas y corporativos transnacionales que tienen despachos con ejércitos de abogados y fiscalistas, pero, ¿dónde quedamos los demás?, micro y pequeños empresarios (Pymes) que cargamos con el 72% de empleos a nivel nacional y 52% del Producto Interno Bruto PIB del país (fuente Condusef, educación financiera Pymes). Además de ayudar a adultos mayores y a jóvenes, urge apuntalar a la planta productiva del país, la que genera bienestar y empleos. Falta visión y sentido común. De nuevo todo sigue igual, no hay cambios.
Si además de lo anterior, no podemos por lo menos de manera personal, tratar de cambiar las formas como trabajamos y consumimos, si no repensamos y exigimos cambios en los sistemas de producción industrializados en masa, controlar actividades extractivas para explotar recursos, si seguimos quemando recursos naturales para generar energía, si siguen los desarrollos urbanos sin planeación ni respeto por el entorno etc. etc. etc., seguiremos sosteniendo el mismo circulo vicioso que nos llevó aquí. Si solo se trata de explotar recursos y gente para volver a generar riqueza para unos cuantos, para comprar más, para producir bienes sin que esto se reparta de manera más equitativa, nada cambia. ¿Qué pasa si ahora en lugar de explotar y crecer, ¿conservamos y cuidamos?.
Ya podemos empezar de nuevo con nuestras actividades, nadie niega la buena noticia, pero después de pensar un poco no solo se trata de seguir, sería bueno que todos pensáramos un poco, ¿y ahora qué?
Debe estar conectado para enviar un comentario.