

Luxury y turismo familiar: yates o castillos de arena en un mismo paraíso
El viajero de lujo compra exclusividad y control absoluto sobre su tiempo; su gasto extra se justifica en servicios a la carta que elevan el valor percibido.
La familia, en cambio, valora el “todo resuelto”: precio cerrado, cero sorpresas y diversión garantizada bajo un mismo techo.
Debe estar conectado para enviar un comentario.