Catálogo de Conceptos
Por: Ing. Jorge Maldonado
El artículo 45 del Reglamento de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionadas con las Mismas, inciso IX, establece que “… las dependencias y entidades, atendiendo a las características, complejidad y magnitud de los trabajos, requerirán: IX. Catálogo de conceptos, conteniendo descripción, unidades de medición, cantidades de trabajo, precios unitarios con número y letra e importes por partida, subpartida, concepto y del total de la proposición. Este documento… para formalizar el contrato correspondiente”.
Expuesto lo anterior, hablemos de la integración correcta de un catálogo de conceptos. Para iniciar estableceremos que un catálogo de conceptos es una lista de actividades secuenciales por realizar en una obra determinada.
Para poderlo conformar, es necesario contar con un proyecto ejecutivo que contenga todos los planos arquitectónicos y de ingenierías, con estos documentos lo primero será establecer el proceso constructivo, es decir, enlistar las actividades de la obra y la secuencia con que se deberán de programar y ejecutar, al hablar de actividades pensaremos en “colocación de piso”, “elaboración de banqueta” o “pintura de muro”.
Lo siguiente es pensar qué insumos se necesitarán para ejecutar esa actividad, por ejemplo, qué materiales se necesitan, qué mano de obra lo realizará y qué maquinaria, equipo y/o herramienta será la adecuada para hacerlo con la calidad comprometida en el proyecto; después de la actividad y los insumos, debemos de tener en cuenta las especificaciones de construcción que son los datos técnicos como el espesor de la mezcla de pegado del piso o la marca requerida de algún insumo especifico.
Para terminar, tenemos la composición del concepto, en la cual se deberá señalar la normatividad y legislación vigente para realizar, correcta y adecuadamente el concepto como es el proporciona miento adecuado de las mezclas, o las dimensiones de traslape de los aceros de refuerzo.
Dicho lo anterior podemos resumir que para conformar un concepto correctamente que se encuentre en condiciones de entrega formal y funcional, se establecerá la siguiente fórmula:
Actividad + Insumos + Proceso Constructivo + Especificaciones + Normatividad =Concepto
Con los conceptos bien construidos, es momento de acomodarlos o integrarlos en partidas y/o subpartidas de acuerdo al proceso constructivo general de la obra, siendo las principales: las de trabajos preliminares, movimientos de tierras, construcción de estructuras, conformación de albañilerías, ejecución de instalaciones, realización de acabados y elaboración de obras exteriores y, al cabo de su terminación, conformarán un catálogo de conceptos.
Este dará respuesta de ejecución al proyecto y también se convertirá en la llave de entrega de una obra determinada en condiciones óptimas de funcionalidad y apariencia.
Por último, vale la pena mencionar que un catálogo de conceptos, no es un presupuesto de obra, sino un agrupador de partidas y subpartidas, por medio de un proceso constructivo de conceptos bien conformados, que logren la construcción correcta y efectiva de una obra determinada.
Las unidades, volúmenes de obra y precios unitarios, encaminarán este documento a la elaboración de un presupuesto, y en otro artículo de la revista hablaremos de ellos.
El artículo 45 del Reglamento de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionadas con las Mismas, inciso IX, establece que “… las dependencias y entidades, atendiendo a las características, complejidad y magnitud de los trabajos, requerirán: IX. Catálogo de conceptos, conteniendo descripción, unidades de medición, cantidades de trabajo, precios unitarios con número y letra e importes por partida, subpartida, concepto y del total de la proposición. Este documento… para formalizar el contrato correspondiente”.
Expuesto lo anterior, hablemos de la integración correcta de un catálogo de conceptos. Para iniciar estableceremos que un catálogo de conceptos es una lista de actividades secuenciales por realizar en una obra determinada.
Para poderlo conformar, es necesario contar con un proyecto ejecutivo que contenga todos los planos arquitectónicos y de ingenierías, con estos documentos lo primero será establecer el proceso constructivo, es decir, enlistar las actividades de la obra y la secuencia con que se deberán de programar y ejecutar, al hablar de actividades pensaremos en “colocación de piso”, “elaboración de banqueta” o “pintura de muro”.
Lo siguiente es pensar qué insumos se necesitarán para ejecutar esa actividad, por ejemplo, qué materiales se necesitan, qué mano de obra lo realizará y qué maquinaria, equipo y/o herramienta será la adecuada para hacerlo con la calidad comprometida en el proyecto; después de la actividad y los insumos, debemos de tener en cuenta las especificaciones de construcción que son los datos técnicos como el espesor de la mezcla de pegado del piso o la marca requerida de algún insumo especifico.
Para terminar, tenemos la composición del concepto, en la cual se deberá señalar la normatividad y legislación vigente para realizar, correcta y adecuadamente el concepto como es el proporciona miento adecuado de las mezclas, o las dimensiones de traslape de los aceros de refuerzo.
Dicho lo anterior podemos resumir que para conformar un concepto correctamente que se encuentre en condiciones de entrega formal y funcional, se establecerá la siguiente fórmula:
Actividad + Insumos + Proceso Constructivo + Especificaciones + Normatividad =Concepto
Con los conceptos bien construidos, es momento de acomodarlos o integrarlos en partidas y/o subpartidas de acuerdo al proceso constructivo general de la obra, siendo las principales: las de trabajos preliminares, movimientos de tierras, construcción de estructuras, conformación de albañilerías, ejecución de instalaciones, realización de acabados y elaboración de obras exteriores y, al cabo de su terminación, conformarán un catálogo de conceptos.
Este dará respuesta de ejecución al proyecto y también se convertirá en la llave de entrega de una obra determinada en condiciones óptimas de funcionalidad y apariencia.
Por último, vale la pena mencionar que un catálogo de conceptos, no es un presupuesto de obra, sino un agrupador de partidas y subpartidas, por medio de un proceso constructivo de conceptos bien conformados, que logren la construcción correcta y efectiva de una obra determinada.
Las unidades, volúmenes de obra y precios unitarios, encaminarán este documento a la elaboración de un presupuesto, y en otro artículo de la revista hablaremos de ellos.
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