Es decir, el estado no está conectado eléctricamente con ningún otro estado de la República mexicana, estamos totalmente aislados y somos dependientes de generadores que queman combustible para generar electricidad. El combustible que se usa principalmente es combustóleo, el cual se obtiene como residuo por el proceso de refinación.

La infraestructura eléctrica en Baja California Sur implica generar electricidad en La Paz para luego hacerla llegar a los distintos municipios del estado por medio de la red de transmisión hacerla llegar a los distintos municipios del estado.

Ni la capacidad de producción de energía ni la red de transmisión eléctrica en nuestro estado fueron diseñados pensando en el actual crecimiento que tiene la demanda eléctrica que obedece el crecimiento que hemos experimentado.

Basta un simple recorrido por la carretera transpeninsular para reconocer el número de hoteles y residenciales nuevos y en construcción para darnos cuenta. Afortunadamente, el pasado 21 de febrero 2021, se estrenaron unos generadores de TurboGas (unidades que combustionan un fluido para generar energía).

Según el titular de la CFE, Manuel Bartlett, estos generadores evitarían apagones por lo que resta del sexenio lo cual, como muchos recordaremos, ya ocurrió el pasado mes de mayo… y aún falta pensar lo que pasará cuando la pandemia por fin termine y la ocupación de hoteles esté a su máximo nivel para experimentar déficit en el suministro de electricidad.

Esto requiere inmediatamente una inversión no solamente en generación, sino también en líneas de transmisión, el cuello de botella que tiene paradas inclusive a la interconexión de nuevos sistemas de generación de energía solar en el estado.