En el caso específico de México, se pone énfasis en el papel de herramienta, lo cual nos permite vincularnos de manera más apegada a la realidad, permitiendo la comparación y establecimiento de correlaciones, siendo el objetivo fundamental desde mi mirada. Desde el punto de vista geográfico, el Atlas de Riesgos conectará las relaciones físicas y antrópicas desde el seno de un espacio, debiendo ser parte de la cultura del país, encontrándose las firmas históricas de Ordenación Territorial.
Es relevante para mejor apreciación práctica de un Atlas de Riesgos mencionar algunos de los acontecimientos actuales donde la presión social de crecimiento poblacional se ha expandido a zonas de riesgo, argumentándose las décadas ausentes de tal riesgo, como es las corridas máximas de alguna precipitación pluvial, donde el papel de las autoridades involucradas permitió los asentamientos en lugares definitivamente marcados como de riesgo, con lo cual en Valencia, España, la inadecuada valoración de temporadas de poca lluvia, menospreció lo establecido en el Atlas de Riesgos, contribuyendo a la pérdida de vidas y múltiples daños a la infraestructura y edificaciones, resultando en un trágico acontecimiento.
En conclusión, la intervención oportuna de las autoridades competentes que utilicen para sus decisiones el Atlas de Riesgos, permitirá evitar tragedias con pérdidas de vidas y un sinnúmero de personas sin techo donde pernoctar.
Es imperativo tomar políticas adecuadas de gobernanza que impidan estos eminentes peligros. Lamentablemente la acción se pierde en la burocracia de gobierno donde unos a otros esperan tomen la iniciativa sin encontrarse solución. Podríamos concluir con una reflexión basada en la sabiduría popular: Como dice el refrán, ‘cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar’, una invitación a la prudencia y a aprender de las experiencias ajenas para estar siempre preparados.
En el caso específico de México, se pone énfasis en el papel de herramienta, lo cual nos permite vincularnos de manera más apegada a la realidad, permitiendo la comparación y establecimiento de correlaciones, siendo el objetivo fundamental desde mi mirada. Desde el punto de vista geográfico, el Atlas de Riesgos conectará las relaciones físicas y antrópicas desde el seno de un espacio, debiendo ser parte de la cultura del país, encontrándose las firmas históricas de Ordenación Territorial.
Es relevante para mejor apreciación práctica de un Atlas de Riesgos mencionar algunos de los acontecimientos actuales donde la presión social de crecimiento poblacional se ha expandido a zonas de riesgo, argumentándose las décadas ausentes de tal riesgo, como es las corridas máximas de alguna precipitación pluvial, donde el papel de las autoridades involucradas permitió los asentamientos en lugares definitivamente marcados como de riesgo, con lo cual en Valencia, España, la inadecuada valoración de temporadas de poca lluvia, menospreció lo establecido en el Atlas de Riesgos, contribuyendo a la pérdida de vidas y múltiples daños a la infraestructura y edificaciones, resultando en un trágico acontecimiento.
En conclusión, la intervención oportuna de las autoridades competentes que utilicen para sus decisiones el Atlas de Riesgos, permitirá evitar tragedias con pérdidas de vidas y un sinnúmero de personas sin techo donde pernoctar.
Es imperativo tomar políticas adecuadas de gobernanza que impidan estos eminentes peligros. Lamentablemente la acción se pierde en la burocracia de gobierno donde unos a otros esperan tomen la iniciativa sin encontrarse solución. Podríamos concluir con una reflexión basada en la sabiduría popular: Como dice el refrán, ‘cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar’, una invitación a la prudencia y a aprender de las experiencias ajenas para estar siempre preparados.