El proceso administrativo de cualquier negocio, se compone de la adecuada planeación, organización, dirección y control de las áreas funcionales de la empresa. En el área administrativa, hay que diseñar la planeación estratégica y vislumbrar con métodos de análisis, los pronósticos y proyecciones de los recursos por utilizar en el corto, mediano y largo plazo; en el área operativa, los movimientos propios de la productividad deben ser considerados para lograr el cumplimiento cabal de los KPI´s requeridos, y en el área comercial, las estrategias de producto, precio, plaza y promoción adecuadas, logran el incremento de clientes que le dan sentido a la misión de la empresa, por medio del cumplimiento de sus objetivos.

El área financiera, dependiente de la dirección de administración de una empresa, es la que se encarga de realizar las proyecciones financieras para determinar en una línea de tiempo, el comportamiento del dinero para el logro del cumplimiento de utilidades exigidas o proyectos de inversión planeados, pero ¿qué es una proyección financiera?.

En respuesta a esta pregunta, podemos señalar que una proyección financiera es la realización de pronósticos sobre como será el futuro financiero de la empresa, y se refiere principalmente al análisis económico sobre cuales serán las ganancias o perdidas de la misma. Por medio de la proyección financiera, el panorama hacia el futuro, puede ser cierto
o incierto dependiendo de la elaboración correcta del flujo de caja que soporte un proyecto de inversión o un pronóstico sobre la rentabilidad del negocio. Todo parte de los Estados Financieros, donde después de analizar el estado de resultados, tomamos las perdidas o ganancias del ejercicio analizado y con base a estos números, proyectamos la rentabilidad establecida como política de la empresa para el siguiente ejercicio de trabajo, en otras palabras, tomamos los resultados como punto de partida para realizar la proyección financiera y ajustar las variables que encontramos en el período analizado.

El siguiente documento que utilizamos de los Estados Financieros, es el flujo de caja que contempla en un periodo determinado, el diferencial entre ingresos y egresos de la operación de la empresa, resultando flujos de caja que nos sirven para obtener la factibilidad financiera de un proyecto de inversión por medio de su evaluación correspondiente con una herramienta financiera como el Valor Presente Neto (VPN) o la Tasa Interna de Retorno (TIR).

Otro factor por considerar, es el análisis de la demanda de nuestro producto. Encontrar el nicho de mercado adecuado es tarea de los mercadólogos el cual sirve para dirigir las intenciones del negocio a estos sectores de demanda, por lo que el trabajo de integrar una proyección financiera no es trabajo sencillo, es labor de la alta dirección que en su análisis, realice pronósticos que contemplen los resultados de ejercicios anteriores, los precios vigentes de nuestro producto, los nichos de mercado y las estrategias de venta que se utilizarán para llegar a los resultados esperados que favorezcan el costo-beneficio del proyecto analizado.

¿Cómo aplicamos estos conceptos en nuestro quehacer diario como desarrolladores inmobiliarios?, bueno pues como lo mencioné anteriormente, la alta dirección deberá evaluar con una adecuada proyección financiera, sus proyectos de inversión, realizando estudios de mercado, técnicos, administrativos, sustentables y sobre todo financieros para encontrar el porcentaje máximo exigible requerido por los inversionistas del proyecto que superen las tasas vigentes de inversión como la TREMA, que no contempla el riesgo de apostar nuestro dinero a un proyecto determinado.

Por último, vale la pena mencionar que el éxito de toda proyección financiera, dependerá de la revisión concienzuda de la alta dirección del negocio, contemplando de una manera enunciativa mas no limitativa, un check-list con los siguientes rubros: Estado de Resultados del ejercicio, Flujo de Caja, Tendencias de Mercado, Gastos del Proyecto, Variables lógicas de interés y tiempo, y Pronósticos de ventas, que le den sentido a la proyección financiera de nuestra empresa.