Hace 2.500 años en Grecia, Sócrates (469-399 a.C.) fue el primero en escribir acerca de este tipo de arquitectura, que la explicaba como “Las casas orientadas al sur, el sol penetra por el pórtico en invierno, mientras que en el verano el arco solar descrito, se eleva sobre nuestras cabezas y por encima del tejado, de manera que hay sombra.”

De la misma forma, Marco Vitruvio (80-15 a.C.), estableció que, “si deseamos que nuestros diseños de casas sean correctos, debemos comenzar por tomar nota de los países y climas en que estas van a construirse. Un tipo de casa parece apropiado para Egipto, otro para España, otro aún diferente para Roma, y así sucesivamente con las tierras y países de características diferentes. Ello es tal, porque una parte de la tierra se encuentra directamente situada bajo el curso del sol, otra dista mucho de él, mientras que otras se encuentran a medio camino entre las anteriore; es evidente que los diseños de casas deberían conformarse a las diversidades del clima”.

En la actualidad, podemos decir que la Arquitectura Pasiva es una tendencia denominada Passivhaus que cuanta con elementos bioclimáticos que le dan a la edificación el confort necesario para una mejor experiencia de habitabilidad para el ser humano. Estos atributos los podemos denotar por las siguientes características: Una adecuada Orientación que reduzca al mínimo la necesidad de calefacción en invierno y evitar el sobrecalentamiento en verano. La utilización de Ventanas de Alta Performance ya que las ventanas con alto rendimiento térmico, son la clave para lograr considerables ahorros de energía. Lograr una adecuada Hermeticidad para evitar filtraciones de aire frio o caliente. Establecer Criterios de Confort de Invierno, para evitar variaciones en la temperatura de la superficie entre los componentes de construcción que pueden conducir a la condensación y el crecimiento de moho, por lo que el confort térmico también está vinculado a la calidad del aire interior. La adecuada Optimización del Puente Térmico para evitar que los materiales externos e internos de la vivienda, transmitan temperaturas indeseables que afecten el clima de confort deseado, y por último la Transmitancia Térmica de la Envolvente del Edificio, que incide en los cambios climáticos dentro de la edificación por el tipo de recubrimientos de la envolvente o piel de la vivienda.

Estos estilos arquitectónicos, están marcando las tendencias constructivas de viviendas y edificaciones, por lo que exhortamos a nuestros estimados lectores, a considerar estas consideraciones bioclimáticas a la hora de comprar o construir una vivienda, que le otorgue al usuario, una experiencia de comodidad y confort para su futuro.